No, no podemos hablar de la miel de cáñamo: he aquí por qué
¿Existe realmente la miel de cáñamo?
Que quede claro: no, no existe.
Así que te preguntarás por qué se habla tanto de ello en la web, ¿verdad?
La razón es sencilla.
Es cierto que es posible obtener un producto similar a la miel con ingredientes de cannabis (el CBD, presente en la marihuana CBD). Sin embargo, no se puede hablar propiamente de “miel de cannabis” porque la planta no produce el néctar.
Para resolver esta confusión, trataremos de aclararla.
De hecho, en este artículo veremos qué es la miel de cannabis, por qué muchas empresas la venden y por qué no es buena idea hacerla en casa.


Vayamos al grano: por qué no se puede hablar de la miel de cáñamo
Últimamente se ha hablado mucho de los diversos productos que podrían fabricarse con cáñamo (por ejemplo el hachis se produce por extracción de resina)
Incluyendo la miel.
Si te has dado una vuelta por la red y has consultado los distintos sitios, seguro que te habrás dado cuenta de que muchos venden este preparado, mientras que otros ofrecen la “receta perfecta” para hacerlo en casa.
Aquí, vamos a dejarlo claro: no se puede hablar de la miel de cáñamo, y la razón es sencilla.
¿Cuál?
La miel sólo se define como tal cuando las abejas la producen a partir del néctar. La planta de cáñamo, en cambio, no produce esta sustancia, sólo el polen.
Si las abejas se alimentan cerca de esta planta, puede ocurrir que haya restos de polen de cáñamo en las mieles, pero esto no hace que la miel sea una “miel de cáñamo”.
Así es, has leído bien.
Ten en cuenta que, según la Directiva de la CEE de 22 de julio de 1974, la miel está clasificada como:
“un producto alimenticio que las abejas domésticas producen a partir del néctar de las flores o de las secreciones de las partes vivas de las plantas o que se encuentran en ellas, que buscan, procesan, combinan con sus propias sustancias específicas, almacenan y dejan madurar en los panales de la colmena”.
Llegados a este punto, surge la pregunta: si, por tanto, la miel de cáñamo no existe, ¿por qué se habla tanto de ella en la red?
Intentemos responder a esta pregunta.
Lea también: ¿Puede el CBD interactuar con la sertralina? Aclaremos
Entonces, ¿por qué algunas empresas venden miel de cáñamo?
Buena pregunta.
Como hemos mencionado antes, hay algunos productores que alimentan a las abejas con polen de cáñamo y aceites de CBD o THC. En algunos casos, se rocían sustancias azucaradas directamente sobre las flores de cáñamo para atraer a los insectos y ayudarles a “almacenar” el material biológico del cáñamo.
De este modo, es posible obtener esta miel.
Si ya has echado un vistazo a las descripciones de los productos, te habrás dado cuenta de que se enumeran numerosos beneficios.
He aquí algunos ejemplos:
- es un sustituto saludable del azúcar;
- tiene propiedades antibacterianas;
- protege contra las alergias;
- combate la inflamación (en particular el aceite CBD).
Si bien es cierto que el CBD tiene muchas propiedades, sería incorrecto hablar de “beneficios de la miel de cáñamo”, precisamente porque la nomenclatura es incorrecta.
Miel de cañamo DIY: te diré por qué es una mala idea
La web está llena de artículos que ofrecen la mejor receta para reproducir la miel de cáñamo ad hoc.
Sin embargo, es muy importante destacar una cosa.
Dado que este producto contiene ingredientes cannabinoides, intentar fabricarlo en casa podría tener graves consecuencias legales.
Hecha esta aclaración, veamos ahora para los más curiosos cómo se prepara la “miel de cáñamo”, aunque esto es sólo a título informativo.
El paso más importante en la elaboración de la miel de cáñamo es la descarboxilación del cannabis. De hecho, sólo el “precursor” del THC, el cannabinoide THCA (que no es psicoactivo), está presente en la marihuana no descarboxilada.
Por lo tanto, calentar el cannabis a bajas temperaturas durante un periodo de tiempo prolongado convierte el THCA en THC.
Dicho esto, estas son las herramientas que necesitarás:
- bandeja de horno antiadherente;
- papel de mantequilla;
- baño de agua;
- colador; colador de plástico o metal o tela de queso;
- tarro o lata de conservas.
Como ingredientes, necesitas dos tazas de miel y algunos brotes de cannabis secos y sin moler.
¿Por qué?
Dado que la miel con infusión de cannabis debe ser colada, no debe tener ningún trozo pequeño que pueda deslizarse por el colador y acabar en el producto final. En su lugar, puedes romper las flores en trozos más pequeños con los dedos, prestando atención al tamaño de la malla del colador.
Llegados a este punto, veamos la receta de la miel de cannabis:
- descarboxilar el cannabis;
- precalentar el horno a 118°C, cubrir la bandeja con papel sulfurizado y colocar los cogollos de cannabis secos;
- después de colocar la bandeja en el horno, programe un temporizador para unos 30-40 minutos;
- cada 10 minutos aproximadamente, revuelva suavemente los cogollos para asegurarse de que las superficies estén expuestas al calor de la manera más uniforme posible;
- colocar la miel y la marihuana descarboxilada en la olla;
- Cocer a fuego lento la mezcla durante al menos 40 minutos;
- colar la mezcla de miel colocando una estopilla o un colador sobre el tarro de almacenamiento.
La miel puede conservarse hasta dos meses y debe mantenerse en un lugar fresco, oscuro y seco.
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Miel de cáñamo y bienestar: entre edulcorante natural y producto de moda
Aunque la “miel de cáñamo” como tal no exista, en el mundo del bienestar y la innovación alimentaria han surgido preparaciones que combinan métodos tradicionales con contenido de cannabidiol. Muchas veces, estas fórmulas se presentan como un alimento alternativo o un posible edulcorante natural, enriquecido con propiedades antioxidantes y con potencial para ayudar al organismo a gestionar mejor el estrés.
Algunas tiendas especializadas incluyen en su stock productos inspirados en la combinación de miel y cannabis, junto con cookies, pan, infusiones de té o mezclas con hierbas como la acacia y el romero. Cada artículo suele ir acompañado de información clara sobre su valor nutricional, la fuente de los ingredientes y las recomendaciones de uso. De este modo, los clientes pueden elegir la forma más adecuada de incorporarlos a su cuerpo, de acuerdo con sus necesidades de salud y bienestar.
En algunos países, el proceso de venta de este tipo de preparados está sujeto a política de regulación estricta, con acuerdo en torno a la seguridad del compuesto y al tratamiento de datos personales durante el pedido. Por ello, muchas webs detallan su política de privacidad y ofrecen servicios de atención a través de correo electrónico, asegurando transparencia y confianza.
El sabor particular que resulta de estas combinaciones varía según el lado botánico utilizado: mientras unas mezclas buscan resaltar notas dulces de la miel, otras intentan aprovechar los aromas de semillas o extractos de cáñamo. En cualquier caso, la idea es ofrecer una alternativa funcional, que además de efecto energético sirva como herramienta para mejorar la calidad de vida de quienes buscan bienestar de manera natural.
En definitiva, aunque no podamos hablar de auténtica miel de cáñamo, la información disponible y las noticias en torno a estas tendencias muestran que existe un interés real en integrar el cannabidiol en alimentos de uso cotidiano. Gracias a estas innovaciones, el consumidor tiene por primera vez opciones diferentes que combinan tradición, naturaleza y nuevas tecnologías, siempre dentro del marco legal de cada país.
Conclusiones
En este artículo hemos visto por qué no se puede hablar de la miel de cáñamo.
Sin embargo, es posible encontrarlo en Internet porque varios productores alimentan a sus abejas con polen de cannabis, una sustancia que (aparentemente) les gusta.
A continuación, miramos la receta de esta miel para los más curiosos.
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