¿Es posible cultivar cannabis? Esto es lo que dice la ley
¿Semillas de cannabis germinadas?
Si has decidido abrir este artículo, seguramente el tema también te ha intrigado.
Pero, como probablemente ya te hayas dado cuenta, todavía hay mucha confusión sobre el tema y el riesgo de cometer acciones legalmente punibles está a la vuelta de la esquina.
Por ello, en el siguiente artículo veremos cómo se pueden utilizar las semillas de marihuana según la legislación española.
Semillas de marihuana: sí a la posesión y al cultivo, no a la venta
Según la legislación española, es posible comprar semillas de cannabis en tiendas certificadas, pero sólo bajo ciertas condiciones.
Al no estar clasificadas en la lista de sustancias estupefacientes, se permite su posesión y su cultivo para uso personal.
El hecho es que es imposible predecir si de las semillas crecerán plantas con un determinado contenido de THC, una sustancia psicotrópica capaz de inducir un estado de dependencia psicofísica.
En este sentido, la ley permite el cultivo de cannabis legal, siempre que las inflorescencias contengan un nivel de THC de entre el 0,2% y el 0,6%.
Por lo tanto, si no es posible cultivar cannabis para uso personal, sabemos que se pueden guardar las semillas con fines alimentarios (como gotas de aceite CBD, por ejemplo) y de recolección.
De hecho, no es extraño que muchas personas hayan introducido las semillas en su dieta porque son ricas en omega-3 y omega-6.
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Las semillas de cannabis más vendidas
Semillas regulares
Las semillas “regulares” se utilizaron por primera vez para el cultivo de cannabis (o marihuana sin THC). Su principal característica es que pueden germinar en plantas masculinas y femeninas.
Sin embargo, por desgracia, esto suponía un problema para quienes querían obtener grandes rendimientos, ya que este tipo de semillas se convertían en macho el 90% de las veces.
¿Qué significa esto?
Los machos producen el polen necesario para que las hembras puedan crear semillas, que luego pueden convertirse en nuevas plantas, y una hembra polinizada sólo producirá copas llenas de semillas de baja calidad.
Por lo tanto, para evitar este problema, fue necesario eliminar las plantas machos una vez identificadas.
Actualmente, este tipo de semillas está limitado a los cultivadores o bancos de semillas que crean sus propios híbridos.
Semillas feminizadas
Las semillas feminizadas han sido modificadas para que sean incapaces de crear cromosomas masculinos, lo que hace que sólo crezcan inflorescencias de plantas femeninas.
‘Feminizar’ cualquier tipo de semilla de marihuana es una tarea difícil que requiere mucho tiempo y pruebas para garantizar su consistencia y estabilidad y poder venderlas como variedades feminizadas. Afortunadamente, hoy en día este proceso está garantizado en un 99,9%, por lo que siempre hay una pequeña posibilidad de germinar una planta macho.
Sin embargo, este tipo de semilla es siempre una mejor opción que la que hemos visto antes, especialmente para los cultivadores novatos.
¿Por qué?
De este modo, ya no es necesario aprender a distinguir entre las plantas macho y las hembras y a eliminar las primeras a tiempo.
Además, garantizan la obtención de cogollos (y cogollos CBD) de calidad al final del proceso de cultivo con sólo unos cuidados básicos.
Semillas autoflorecientes
Las semillas autoflorecientes cambian de fase independientemente de su entorno: de hecho, se autoprograman para entrar en el periodo de floración tras un determinado número de semanas de crecimiento.
¿Las ventajas?
👉🏻Son muy fáciles de cultivar porque pueden desarrollarse incluso con pocas horas de luz solar al día.
👉🏻Son muy resistentes a la contaminación lumínica, lo que significa que la interrupción de las horas de oscuridad no les afectará.
👉🏻Son perfectas para cultivadores principiantes o para aquellos que no tienen suficiente tiempo para dedicar a sus plantas aunque, por supuesto, un cuidado adecuado aumentará el rendimiento final.
Las semillas autoflorecientes se crean cruzando una semilla regular o feminizada con una Ruderalis.
De este modo, el ciclo de vida será más corto, las plantas serán más pequeñas, más resistentes y capaces de florecer en casi cualquier circunstancia. Hay que tener en cuenta que estas plantas están listas para la cosecha entre diez y doce semanas después de la germinación.
Aunque son menos productivas que las feminizadas, lo compensan con la cantidad de cosechas autoflorecientes que se pueden obtener a lo largo del año.
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Conclusiones
En este artículo hemos visto cuál es la posición del gobierno respecto a la germinación de las semillas de cannabis.
En resumen, el cultivo sólo está permitido -por el momento- para los cultivadores autorizados, pero es posible almacenar semillas con fines alimentarios o de recolección.
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