¿Cómo se fabrica el hachís en los principales países productores?

Los principales métodos de producción de hachís

Conocimiento de los principales métodos de producción de hachís y hachís legal

El hachís es un subproducto del cannabis que suele presentarse en forma de bulto o de bola y puede tener diferentes consistencias y colores.

Puede venir en diferentes consistencias y colores. Es probable que tu, como muchas otras personas, te hayas preguntado cómo se puede hacer de las plantas de cannabis.

¿Cómo se fabrica el hachís?

¿Quizás presionando la planta?

¡No, en absoluto! Los métodos de elaboración son muy diferentes.

Si sigues leyendo, descubrirás las principales técnicas de producción de este derivado del cannabis y cómo se elabora el hachís legal CBD, la única versión de este producto que está disponible legalmente en Europa.

Bola de hachís dividida

¿Cómo se fabrica el hachís? Estos son los métodos más populares en todo el mundo

El hachís es un derivado del cannabis que se remonta a tiempos muy lejanos.

Se trata básicamente de un concentrado de polen (o kief) que se separa de las flores de la planta de cáñamo y se procesa para obtener gránulos de un producto maleable y especialmente aromático.

Además de los aromas y olores, lo que hace del hachís un producto especial es el alto porcentaje de cannabinoides que contiene. Concretamente, el THC predomina en la resina extraída de las plantas de cáñamo tradicionales, mientras que el CBD predomina en la resina extraída de las plantas de cogollos CBD.

Esto significa que, en comparación con el consumo de flores de marihuana, los efectos del hachís son mucho más intensos y duraderos.

Pero, ¿cómo se produce realmente el hachís?

Dependiendo del producto que se quiera obtener y de la zona geográfica de origen, se utilizan tres técnicas principales para elaborar hachís:

  • tamizado en seco;
  • procesar las plantas frescas;
  • el bubble hash (extracción con agua helada).

Conozcamos en detalle cómo se lleva a cabo cada una de estas prácticas.

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Tamizado en seco: una técnica de origen antiguo

Uno de los métodos más antiguos y más utilizados para hacer hachís es, sin duda, el tamizado en seco.

¿En qué consiste?

Para fabricar hachís con esta técnica, hay que partir de los cogollos secos de cannabis (o marihuana CBD), de los que hay que extraer la resina.

Antes de proceder, los cogollos de cannabis también se congelan. Si te preguntas por qué, la razón es sencilla: cuando se exponen a temperaturas muy bajas, los tricomas se separan de las flores con mucha más facilidad, por lo que el proceso de extracción es mucho más rápido y fácil de realizar.

En cuanto las flores están listas, se pasan por un tamiz colocado sobre un recipiente, que se llenará de polen o kief. Por supuesto, en la industria los tamices son muy grandes y en lugar de contenedores hay grandes depósitos.

Una vez que se ha extraído toda la resina, se calienta y se presiona en placas especiales para obtener gránulos suaves y fragantes de color marrón, verde oscuro o verde claro.

Cribado de plantas frescas: cuando el hachís se hace literalmente a mano

Además de las plantas secas, el hachís también puede elaborarse a partir de la resina fresca y el producto resultante se llama “charas“.

La extracción de resina fresca de cannabis es típica de la India, pero debido al éxito del hachís resultante, también se ha utilizado en muchos otros lugares del mundo (incluso para hacer hachís legal).

Veamos, pues, en qué consiste.

Después de cortar los cogollos de cannabis de las plantas frescas, se frotan entre las manos para que la resina se adhiera a ellos.

A medida que se deposita una capa de resina en las palmas de las manos y los dedos, se puede desprender con una herramienta especial para poder trabajar en bolas suaves y fragantes.

Tras este proceso, sólo queda dejar madurar las bolas de charas hasta que adquieran un color muy oscuro (casi negro).

Cogollos de cannabis para tamizar

Bubble Hash (o Ice Wax): la última técnica de elaboración de hachís

Además de las dos técnicas mencionadas anteriormente, desde los años 90 se utiliza otra técnica para hacer hachís: se llama Bubble Hash o Ice Wax.

¿En qué consiste?

Para hacer hachís con esta técnica, hay que congelar los cogollos de cannabis (cogollos CBD) y disponer de una herramienta llamada Bubble box (un sistema de tamices superpuestos con mallas cada vez más densas).

Para empezar, se sumergen los cogollos congelados en agua muy fría, y luego se filtra esta agua a través de la caja de burbujas, de modo que se pueden recoger tricomas de diferentes tamaños que están perfectamente limpios y libres de materia vegetal.

Después de esta etapa es importante eliminar toda la humedad, con la ayuda de papel o tejido absorbente, y luego guardar el producto resultante en un lugar fresco para que se seque durante unas semanas.

¿Cómo se fabrica el hachís legal?

El hachís CBD es decir, el que no contiene THC (tetrahidrocannabinol), puede elaborarse no sólo a partir de plantas de cáñamo ligero, sino también de otra manera.

Para garantizar que no haya rastros de sustancias psicotrópicas en el producto resultante, la resina se extrae de especies vegetales distintas del cáñamo y se le añaden cristales de CBD puro, además de los aromas y olores picantes típicos del hachís.

El resultado es un producto que también puede adquirirse legalmente en Europa y que no tiene nada que envidiar al hachís puro extraído del cannabis ilegal.

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Para concluir

Si has dedicado unos minutos a leer este artículo, ahora también estarás familiarizado con los principales métodos de producción de hachís.

Dependiendo de la zona geográfica o del producto que se quiera obtener, se utiliza una técnica u otra. Para producir hachís legal, que también puedes comprar en nuestra tienda Justbob, se utiliza principalmente la última que hemos mencionado.

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