¿Te gustaría saber qué hay dentro de un ladrillo de hachis? Aquí están las aclaraciones y diferencias entre el hachís clásico y el legal
En el ámbito del cáñamo y del cáñamo legal, además de la inflorescencia de la planta y del aceite de CBD, se suele mencionar otro derivado: el hachís.
A pesar de que se originó en la antigüedad, todavía hay mucha gente que no sabe exactamente qué es, de qué está hecho y por qué es tan popular.
¿Qué contiene el misterioso hachís en forma de ladrillos o bolitas?
¿Por qué su versión legal también se está haciendo popular últimamente?
He aquí algunas aclaraciones sobre este derivado del cannabis.
Ladrillo de hachís: ¿de qué está hecho?
Si alguna vez te has preguntado qué hay en un ladrillo de hachís cuando has visto fotos de él, encontrarás la respuesta en las siguientes líneas.
El hachís, se elabora a partir de la resina de la planta de la marihuana.
Para prepararlo, se separan los tricomas de las inflorescencias del cáñamo y el polvo resultante, llamado kief, se prensa y casi siempre se calienta. Después, la mezcla se procesa, y es en este momento cuando se hacen las pequeñas esferas o los típicos ladrillos.
En resumen, los ladrillos de hachis de calidad no son más que un concentrado de polen y un porcentaje muy alto de cannabinoides.
¿Entiendes por qué tienen este aspecto y por qué son apreciados por los entendidos en cannabis desde hace siglos y siglos?
Sin embargo, el hachís más barato puede contener trazas de sustancias extrañas, añadidas a propósito para aumentar el volumen del producto y el rendimiento en su venta. Esto se conoce como “hachís cortado“, un producto que, por desgracia, no es raro en el mercado ilegal.
Pero, ¿por qué unas veces el hachís es redondo y otras adopta una forma plana y cuadrada?
La razón depende tanto de la consistencia del humo como del tamaño del producto a obtener.
La resina más blanda se suele procesar a mano y se almacena en forma de pequeñas bolas; la resina más firme, en cambio, se procesa y se prensa para hacer ladrillos de un tamaño y un peso predeterminados (por término medio, los ladrillos pesan entre 100 y 250 gramos) antes de salir al mercado.
Lee también: Hachís y efectos negativos: estos son los más conocidos


¿Qué contiene el ladrillo de hachís legal?
La composición del hachís legal difiere de la del ilegal por varias razones. En primer lugar, el hecho de que el hachís legal pueda comprarse también en España se debe a que no contiene THC, el cannabinoide psicotrópico.
Para hacer hachís ligero, sólo se procesan plantas de cáñamo sativa de genética con bajo contenido de THC.
¿Y la composición, por lo demás, sigue siendo la misma?
En realidad, no siempre.
Algunos tipos de hachís legal se elaboran procesando kief extraído del cannabis ligero; otros se elaboran procesando resinas vegetales extraídas de otras plantas, a las que luego se añade CBD puro y aromatizantes.
Este último es, sin duda, un método de producción innovador, que -aunque simula los olores y sabores del hachís “original”- ofrece la garantía de no contener ningún rastro de THC.
En las fichas de producto de hachís legal, que puedes encontrar a la venta en nuestra tienda Justbob.es, puedes encontrar muchos detalles interesantes al respecto.
Cada artículo, de características y consistencia diferentes, ha sido elaborado a partir de plantas de distintos cultivos, pero siempre según los más altos estándares de calidad y seguridad.
El valor y control de un gramo de hachis: entre normativa, pureza y realidad en la calle
Hablar de un gramo de hachís no es solo hablar de una cantidad mínima de esta sustancia, sino de todo un universo que conecta la normativa europea, el control de drogas y la vida cotidiana del consumidor.
En España y en gran parte de Europa, el tráfico de drogas continúa siendo un delito grave según el Código Penal, especialmente cuando se trata de productos con un alto contenido de THC. De hecho, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional llevan a cabo cada año miles de operaciones de control y decomisos de hachís procedente de Marruecos, país que sigue siendo el principal exportador de este producto hacia el continente europeo.
En muchos casos, los tribunales y el juez deben distinguir entre tráfico y consumo personal, considerando la cantidad de producto incautado, su pureza y la concentración de cannabinoides. Unas pocas placas o un simple gramo de hachís pueden marcar la diferencia entre una multa administrativa o una condena penal por tráfico ilícito.
El hachís marroquí, muy conocido por su característico aroma y su textura aceitosa, suele procesarse mediante extracción tradicional a partir de las flores de cannabis, aplicando calor y presión. Este método conserva una alta cantidad de terpenos, responsables del olor intenso y de los efectos característicos que muchos consumidores asocian a la calidad del producto. Sin embargo, cuando se altera el proceso o se añaden impurezas para aumentar el kilo de producción, la salud pública puede verse comprometida.
A pesar de las penas y restricciones, el hachís sigue presente en la calle, donde se encuentra en diferentes variantes y niveles de pureza. En la actualidad, incluso en España, la oferta ha evolucionado: a través de canales legales se pueden encontrar versiones con bajo contenido de THC y alto porcentaje de CBD, que imitan el estilo marroquí pero respetan la normativa vigente.
El valor de un gramo de hachís depende, por tanto, no solo de su origen o propiedades, sino también del contexto en que se obtiene y del uso que se le dé. En el mercado ilegal, el precio puede variar según la variedad y el grado de pureza, mientras que en el sector regulado los precios son más estables y los clientes pueden recibir información verificada, incluso por correo electrónico o a través de una página web especializada.
Así, ya sea producido en Marruecos o en Europa, cada gramo de hachís cuenta una historia distinta: la del largo viaje desde su extracción hasta el consumidor final, pasando por las manos de quienes lo producen, lo transforman y lo distribuyen, dentro o fuera de la ley.


¿Cuánto cuesta un ladrillo de hachís?
Hemos explicado la diferencia entre un ladrillo de hachís ligero y uno ilegal, y ahora probablemente te estés preguntando si también hay una diferencia de coste entre ambos productos.
De hecho, los hay.
El hachís de contrabando es mucho más caro que el legal.
Si te preguntas por qué, es porque la venta y la compra de hachís de contrabando no están permitidas por la ley, y por lo tanto quienes lo importan y venden corren riesgos.
Teniendo en cuenta que hay tantos tipos y que, dependiendo de la zona, puede haber más o menos costes asociados al transporte del producto, es difícil hablar de precios exactos.
Lo que sí podemos decir es que un ladrillo de 100 gramos de hachís puede costar unos 500 euros.
En cambio, un ladrillo de hachís al CBD cuesta entre 150 y 350 euros.
Lee también: Las 5 curiosas etapas de la historia del hachís
Para concluir
Ahora tú también sabes qué contienen los misteriosos y aromáticos ladrillos de hachis.
Después de esta visión, nos gustaría recordar que en España sólo se puede comprar hachís CBD(en absoluto no hachís con un alto contenido de THC) y que las leyes españolas sobre el consumo de hachís son poco claras.
Por esta razón, en Justbob ofrecemos hachís CBD y otros derivados legales del cannabis (aceite CBD, marihuana CBD) exclusivamente con fines de recolección.
Visita nuestra tienda de cannabis light hoy mismo para comprar tu favorita. ¡Te esperamos!








