El último cannabinoide descubierto: el thcv. ¿Cómo se comporta?
En los últimos tiempos, los productos derivados del cannabis han tenido un éxito creciente, lo que también ha suscitado un gran interés por parte de la comunidad científica.
A pesar de los fuertes prejuicios que aún rodean al cannabis, esta planta no deja de sorprendernos y parece no conformarse con la etiqueta de sustancia estupefaciente. En efecto, además de las conocidas propiedades psicoactivas que es capaz de suscitar en quienes la consumen, parece tener un potencial terapéutico que es cada vez más objeto de acalorados debates.
Las últimas investigaciones sobre la marihuana y sus componentes han permitido descubrir un principio activo adicional, la tetrahidrocannabivarina, con múltiples propiedades.
En este artículo quiero hablarte de este nuevo cannabinoide (THCV) y de cómo interactúa con nuestro organismo.
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THCV: ¿qué es?


Como anticipé, la tetrahidrocannabivarina forma parte de la amplísima familia de cannabinoides que contiene la marihuana.
La similitud de su acrónimo, THCV, con el conocido THC no es una coincidencia. De hecho, ambas moléculas tienen una estructura muy similar. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de cómo interactúan con el sistema endocannabinoide.
Veamos cómo se comporta la tetrahidrocannabivarina una vez absorbida por el organismo.
En general, los cannabinoides presentes en el cannabis -al menos en lo que respecta a los dos más conocidos, el CBD y el THC- estimulan la reacción de los dos receptores CB1 y CB2, de forma más o menos intensa según las cantidades que se tomen.
En cambio, el THCV no es lo mismo. Podemos decir con seguridad que este cannabinoide también interactúa con los receptores, pero de una manera distinta.
La principal diferencia es que la tetrahidrocannabivarina es capaz de provocar reacciones de distinta naturaleza, según las cantidades que se tomen.
Para ser más claros, los efectos que genera cambian en función de la cantidad puesta en circulación.
En dosis más bajas, el THCV actúa antagonizando el CB1 y el CB2, atenuando eficazmente los efectos psicotrópicos del THC. Por lo tanto, disminuye la llamada sensación de “subidón”, en común con el CBD.
Sin embargo, con dosis crecientes, la acción del THCV es cualquier cosa menos que mitigar el efecto de la droga. En mayores cantidades, manifiesta a su vez propiedades psicotrópicas, contribuyendo al típico estado de euforia que sigue al consumo de cannabis. En estas condiciones, el THCV pone en marcha un mecanismo opuesto al anterior: activa el receptor CB1.
No nos equivocaríamos si pensáramos en la tetrahidrocannabivarina como un cannabinoide que en cierto modo alberga las principales características de sus dos primos más conocidos, el Cannabidiol y el THC, asemejándose a uno u otro en función de la cantidad liberada en el organismo.
Veamos ahora con más detalle las principales diferencias entre el THC y el THCV.
¿Cuáles son las diferencias entre el tetrahidrocannabinol y la tetrahidrocannabivarina?
Desde el punto de vista químico, estos dos elementos tienen mucho en común. De hecho, las dos moléculas tienen una estructura sorprendentemente similar.
Sin embargo, cambiando de perspectiva y pasando a los efectos generados por estas dos sustancias, empezamos a ver las diferencias.
Aunque, como hemos anticipado, el THCV es capaz de ejercer el llamado efecto narcotizante típico de la marihuana cuando se toma en grandes dosis, parece que el subidón no es el mismo que el inducido por el THC.
En efecto, la tetrahidrocannabivarina parece provocar un efecto intenso y estimulante, pero también más lúcido y menos duradero que el causado por el THC.
Otro aspecto que no comparten estas dos moléculas tan similares es su relación con la estimulación del apetito: el THCV, de hecho, parece inhibirlo, a diferencia del THC y del conocido hambre química que induce. Este aspecto parece aprovecharse en la gestión de la regulación del peso.
He aquí, pues, una propiedad beneficiosa de la tetrahidrocannabivarina. ¿Pero es el único? Averigüémoslo juntos.
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¿Tiene el THCV propiedades beneficiosas? ¿Qué son?


Desde luego, no es ninguna novedad que el cannabis y sus componentes son ricos en propiedades beneficiosas. ¿Y sabes qué? La tetrahidrocannabivarina no es diferente.
Como te he dicho, ya se conoce su capacidad para inhibir el apetito, pero desde luego no es la única.
El THCV, de hecho, demuestra estar a la altura de sus predecesores, el THC y el CBD (posible encontrarlo a grandes cantidades en la marihuana CBD), mostrando a su vez pronunciadas propiedades anticonvulsivas, antiinflamatorias y neurodegenerativas.
¿Pero cómo?
La cuestión de la pérdida de peso es directamente atribuible a la acción inhibidora del receptor CB1, responsable de la sensación de apetito.
Esto convierte al THCV en un aliado potencial en el tratamiento de diversos trastornos alimentarios. Según una investigación reciente, también se ha observado un aumento del gasto energético en ratones a los que se les administró THCV, lo que se traduce en una pérdida de peso.
Pero el potencial de la tetrahidrocannabivarina no termina ahí.
Se especula que también es eficaz contra la epilepsia, dadas sus propiedades anticonvulsivas.
Según un estudio realizado en una muestra de ratas que padecen una forma particular de epilepsia, publicado en la revista Epilepsia, la molécula parece tener efectos especialmente beneficiosos en el tratamiento de los estados de hiperexcitación.
Según otros estudios, la administración de THCV también produjo efectos interesantes sobre la inflamación de las patas traseras de varios ejemplares de rata, reduciendo visiblemente la hinchazón y el dolor percibido.
Por último, también mencionamos el efecto inhibidor sobre los procesos neurodegenerativos subyacentes a muchas enfermedades, como la enfermedad de Parkinson. Según otras investigaciones, la administración de la molécula en ratones que padecen este mismo trastorno dio lugar a una notable mejora de los síntomas y a una importante ralentización de la progresión de la enfermedad.
Además, se muestra una pronunciada acción antioxidante.
Como habrás observado, los estudios realizados hasta ahora son alentadores, aunque todavía no se han realizado investigaciones similares en seres humanos.
En conclusión, entonces, ¿cuáles son los efectos del THCV en el organismo?
El descubrimiento de este cannabinoide adicional, la tetrahidrocannabivarina, pone de manifiesto una vez más las propiedades beneficiosas atribuibles al cannabis y sus componentes.
En concreto, los investigadores observaron cómo esta sustancia es capaz de cambiar su acción sobre los receptores CB1 y CB2 en función del tamaño de la dosis en circulación.
Si, en efecto, a dosis elevadas se comporta de forma similar al conocido THC, en cantidades menores parece compartir la función inhibidora que hasta ahora se atribuía únicamente al CBD.
Los estudios realizados sobre el THCV todavía se limitan a observar los efectos inducidos en ratones, pero no faltan motivos para creer que la tetrahidrocannabivarina también podría marcar la diferencia en los seres humanos.
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